La infanta Cristina se separa de Iñaki Urdangarin, ya que se va sin él a vivir a Suiza. Mientras que ella hace las maletas para instalarse en Ginebra con sus cuatro hijos, el duque de Palma se quedará en Barcelona,
donde seguirá de cerca el proceso del caso Nóos por el que está
imputado. ¿Es la separación física un preludio del posible divorcio?
Desde que se diera a conocer la imputación de Urdangarin, los rumores
de separación entre el matrimonio de los duques de Palma han sido
constantes, hasta el punto de asegurarse que Doña Cristina había visitado a un abogado matrimonialista para cerrar el divorcio.
El daño a la imagen de la Familia Real y a la propia Doña Cristina
habían hecho asegurar a muchos que la hija de los Reyes había pensado
seriamente en disolver su matrimonio. Hasta ahora, los duques de Palma
se han mostrado más unidos que nunca. De hecho, y tras dejar a sus hijos
en Mallorca, Doña Cristina regresaba a Barcelona para
disfrutar junto a su marido de una cena romántica en la Ciudad Condal.
Sin embargo, la noticia del traslado de la infanta Cristina a la ciudad
suiza de Ginebra ha confirmado que la pareja pondrá tierra de por medio.
Al menos, de manera física.
Urdangarin, -que sí pensaba llevarse consigo a su familia cuando se especuló con su marcha a Qatar-,
se quedará solo en Barcelona, previsiblemente en el Palacete de
Pedralbes, que llevan meses intentando vender. Fuentes cercanas a la Familia Real aseguran
que el duque de Palma viajará ocasionalmente a Ginebra para visitar a
sus hijos y su mujer, aunque pasará la mayor parte del tiempo en la
ciudad catalana. Sin problemas para salir del país y dada la cercanía de
Suiza, llama poderosamente la atención que Urdangarin y la infanta
Cristina hayan decidido separarse durante un tiempo. Sobre todo,
teniendo en cuenta también que el duque de Palma no desarrolla ninguna
labor profesional actualmente.
Quienes también se separarán de Urdangarin serán Juan Valentin, Pablo Nicolás, Miguel e Irene,
los cuatro hijos del matrimonio, que se marcharán a Suiza con su madre.
Y es que la infanta Cristina ha logrado así apartarles de la presión
que, aseguran, sufren en Barcelona por parte no solo de los medios
apostados casi permanentemente en casa de los duques de Palma, sino
también de los ciudadanos, que han increpado a Urdangarin en presencia
de sus hijos en más de una ocasión.
Los pequeños empezarán el curso ya en Ginebra, por
lo que apurarán sus vacaciones en Mallorca y se prepararán, junto a la
infanta Cristina, para marcharse a Suiza en cuanto termine el verano.
Una mudanza y separación que podría ser preludio de un divorcio 'real'
que apartara definitivamente a Urdangarin de la Familia Real.
Fuente: lavozlibre
0 comentarios:
Publicar un comentario