Recientemente el Servicio de Estudios del BBVA ha publicado un informe en el que señala que la recesión económica finalizará durante este año 2013, con una caida del PIB de -1,4% y comenzará un proceso de moderado crecimiento en 2014 con un aumento del +0,9%.
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De hecho la crisis ya habría finalizado de no ser por las dificultades económicas que están padeciendo también el resto de países socios europeos, principal destino de las exportaciones españolas.
Parece ser que la economía española ha absorvido ya buena parte de los desequilibrios que presentaba al inicio de la recesión, y que se encuentra por tanto en una posición mucho más favorable al crecimiento económico.
Son varios los factores que permiten pensar en el futuro con un mayor optimismo:
- La mejora de las condiciones financieras a las que estaba sujeto el país en los mercados
de capitales ha sido mayor de la que se esperaba. El retorno de los flujos ha supuesto una
disminución significativa del coste de financiación del soberano, que en principio debería
trasladarse durante los próximos meses a la economía
de capitales ha sido mayor de la que se esperaba. El retorno de los flujos ha supuesto una
disminución significativa del coste de financiación del soberano, que en principio debería
trasladarse durante los próximos meses a la economía
-En segundo lugar, la política fiscal será algo menos contractiva que lo previsto, si la Comisión Europea ratifica los nuevos objetivos de déficit anunciados por el Gobierno en la actualización del Plan de Estabilidad y Crecimiento
2013-2016.
2013-2016.
-Finalmente, existen señales que apuntan a un funcionamiento más eficiente de
mercados como el laboral, donde la moderación salarial observada en 2012 podría haber
evitado la destrucción de hasta 300.000 empleos en el medio plazo. Esta mayor flexibilidad
será crucial para aprovechar la esperada recuperación de la economía mundial y con ella, de las
exportaciones españolas.
mercados como el laboral, donde la moderación salarial observada en 2012 podría haber
evitado la destrucción de hasta 300.000 empleos en el medio plazo. Esta mayor flexibilidad
será crucial para aprovechar la esperada recuperación de la economía mundial y con ella, de las
exportaciones españolas.
Cautivadora profecía de buenos augurios. ¿Pero de verdad son los datos tan ciertos como los que se exponen?
ResponderEliminarLa propia definición etimológica de la palabra crisis denota un cambio, y ese es el aspecto a tratar, no si se sale o no, sino hacia dónde nos dirigimos.
Es un poco simplista aludir a una recuperación puesto que ni es tal ni es de la forma en que se describe. Pensemos por un momento el nivel de conocimiento de la ciudadanía sobre aquello que se le impone o sobre aquello en lo que se recorta. Sanidad, educación, cultura,... todos servicios públicos y gestionados por los Estados, y nadie conoce ni su funcionamiento ni los gastos reales que suponen.
Sobre esta ignorancia pública (provocada deliberadamente por los entes de poder)se hace recalco de datos, llamémoslos ficticios o no del todo reales, que pretenden escandalizar al conjunto y abocar los problemas sobre determinados sectores sociales. Un ejemplo claro de ello puede ser sin duda, los datos del ejecutivo español sobre el déficit de la educación. La educación jamás puede ser deficitaria, puesto que no es productiva. ¿Entonces, por qué se dice que es deficitaria? Simple y llanamente porque se destina una partida presupuestaria inferior a los costes reales de la actividad.
Saldremos de la crisis (seguro) pero como en el caso argentino, 25 años de miseria es lo que les espera a los españoles