A lo largo de la crisis, una gran mayoría de alemanes con aversión al riesgo
ha preferido guardar su dinero en la red bancaria más estable del país,
en particular en entidades más pequeñas y cooperativas de crédito.
La obsesión por tener controlado su dinero y la tendencia a unos tipos de
interés cada vez más bajos en la Eurozona -que reduce el atractivo de ciertos
productos de ahorro- ha complicado a muchas entidades la tarea de captar
recursos y han visto disminuir en los últimos años su margen de
intereses.
Ante el temor de un resurgimiento de los problemas de la zona euro, los
clientes prefieren tener cada vez más su dinero en depósitos a la vista, que
permiten su retirada en cualquier momento. El problema es que estos depósitos
son caros para la banca debido a que la tasa de interés que pagan por ellos es
más alta que lo que pagarían si por ejemplo pidiesen prestado el dinero a otros
bancos.
En cambio, dado los bajos tipos de interés en la Eurozona, los depósitos
a largo plazo no proporcionan incentivos para que los ahorradores se muestren
dispuestos a prescindir de su dinero durante un periodo más largo de
tiempo.
En Alemania, la demanda de depósitos a la vista aumentó a un récord de
935.800 millones de euros en noviembre de 2013, desde los 510.100 millones de
cinco años antes, de acuerdo con los últimos datos de la consultora financiera
Barkow Consulting.
The Wall Street Journal, que hace un resumen de la situación actual,
recoge el testimonio de Hauke Hanke, un científico de 30 años de edad, que
acostumbra a ahorrar alrededor de un 25% de su sueldo mensual.
Su cuenta de ahorro en Postbank apenas le reporta intereses, pero Hanke
piensa que intentar buscar la mejor oferta, la que le dé un rendimiento mayor,
es una tarea muy ardua. En cuanto a otro tipo de inversiones, como las
acciones, también opina que supone demasiado esfuerzo para asegurarse un buen
rendimiento.
Una brusca caída
La cuestión es que cada vez más los ahorradores alemanes huyen de los
depósitos de las entidades financieras, que se han encontrado con un exceso de
oferta. Los depósitos bancarios en Alemania alcanzaron un máximo de 3,39
billones de euros en junio, y posteriormente fueron cayendo hasta los escasos 3
billones en diciembre, según los últimos datos del banco central alemán.
"La fuente más importante de ingresos, sobre todo para la banca alemana
-el margen de intereses- está disminuyendo", señala Sabine Lautenschläger,
miembro del consejo ejecutivo del Banco Central Europeo.
Apenas 9,4 millones de alemanes, aproximadamente el 15% de la población, participaron
en el mercado de valores, ya sea directamente como accionistas o
indirectamente a través de fondos en los primeros seis meses de 2013, según el
Deutsches Aktieninstitut.
Andreas Hackethal, profesor de la Universidad Goethe de Frankfurt piensa que
uno de los factores que han contribuido a la baja tasa de participación es el
predominio de los planes de pensiones sociales respaldados por el gobierno para
la planificación de la jubilación.
Además, añade Hackethal, muchos de los inversores que se han metido en el
mercado por primera vez en el último par de décadas han sufrido pérdidas. Otros
"tienen miedo de cometer un error".
El pasado mes de noviembre, el presidente del BCE, Mario Draghi, comentó las
preocupaciones de los bancos alemanes en relación a los bajos tipos de interés
para los ahorradores durante una visita a Berlín. Según señaló, estas
preocupaciones son comprensibles, pero señaló que "los tipos de interés
son bajos por la debilidad de la economía".
Es posible que finalmente el mercado se auto-regule, tal y como defienden las teorías liberales, y sean ahora los clientes los que penalicen, a los bancos más especulativos, no "prestándoles" su dinero para que repitan los errores del pasado.
Fuente: Eleconomista.com
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