Hace ya 26 años que España se incorporó a la UE, fue un hito
histórico, casi como pasar de jugar en 2ªB a directamente pasar a formar
parte de la primera división. Nos codeábamos con
Francia, se las apostábamos a Alemania, mientras las subvenciones
para converger inundaban todo el
país. Nos encantaba ser los beneficiarios de todas aquellas inversiones, sobre
todo cuando el dinero no salía de nuestros bolsillos claro, una carretera por
aquí, una línea de AVE por allá, unas subvenciones a los agricultores para que
no cultiven,.... todo era maravilloso.
En poco más de 15 años, España
pasó de ser un país recién salido de una dictadura, a ser un milagro económico,
ejemplo a seguir por todo el mundo, donde hasta la celebración de los Juegos
Olímpicos fue un gran éxito.
Sin embargo con el paso de otros
15 años más ( aprox), parece que toda esa borrachera de ayudas, subvenciones,
etc, ha dado paso a una resaca terrible. Una resaca de domingo por la mañana,
donde el dolor de cabeza te indica claramente, que todas esas ayudas recibidas
eran de garrafón.
La UE en la que nos encontramos
inmersos ahora mismo poco tiene que ver con aquella planificada en 1986. Por
mucho que la política intentase garantizar el carácter democrático de la unión,
al final ha sido la economía quién ha puesto a cada uno en su sitio.
Alemania que tanto en población
como en PIB, representa entre un 18%-20% del total de la UE-28, ha emergido
como un gigante haciendo imposible que todos los países estén al mismo nivel a
la hora de tomar decisiones. Cada vez se ve más claro que la toma de decisiones
ya no se lleva a cabo en Bruselas, sino en Berlín. Ni siquiera conocemos el
nombre del presidente de la UE, ¿que más da?, la que va a decidir es Ángela Merkel.
¿Cómo hemos podido llegar a
esta unión tan desequilibrada? los expertos en la materia indican que
existen varios factores:
- En primer lugar, el factor
económico ha sido el más determinante, Alemania ha hecho frente a la crisis
bastante mejor que el resto, su PIB ha crecido, y esto unido a su gran peso
poblacional, hace que cualquier decisión que se tome requiera su visto bueno.
- En segundo lugar, los países
que podrían contrarrestar la hegemonía germana han languidecido, Francia se
encuentra con una economía estancada desde hace años, y parece que las
expectativas no son muy favorables. El Reino Unido, nunca ha estado interesado
en formar parte activa de la UE, y mucho menos tomar las riendas del club,
dejando vía libre para que sea Alemania quien tome el mando.
- En último lugar. Con los
rescates financieros, de alguna forma, los países rescatados se han visto
obligados a ceder parte de su autonomía a favor de sus acreedores. Siendo
Alemania el principal de ellos.
Por tanto si en las cumbres de
los 28 países de la UE, Alemania ya por sí sola representa el 20%, y además
indirectamente, puede contar con los votos de los países rescatados, ¿Qué
utilidad tienen estas cumbres a parte de hacerse una foto?. Las decisiones
están tomadas de antemano por Berlín.
En estos tiempos de crisis, donde
todo parece tan complejo, que si la prima de riesgo, los rescates, las
subprime, los derivados,......etc, la lógica más sencilla del refranero
castellano está más acertada que nunca. Y es que nadie da 5 duros a cuatro
pesetas.
¿A cambio de todas esas ayudas
recibidas en aras de la convergencia, nosotros que hemos aportado?. Quizás lo
más valioso que tenemos, nuestra autonomía y nuestra identidad.
Puede que España juegue en la primera división de países pero ha quedado relegada a ser un Levante y nunca un Real Madrid o F.C, Barcelona.
ResponderEliminarLa historia se repite y no aprendemos y la clase política se volverá a reír del pueblo llano.
No, colonia somos, pero del Vaticano, Alemania también...
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