En época de rebajas debemos ser más cautos a la hora de comprar, todos los años aparecen nuevos tipos de estafas que las marcas llevan a cabo mientras el número de quejas de los consumidores sigue aumentando. Es evidente que estas estrategias que usan los comercios para vender están muy bien pensadas y estudiadas, para que la mayoría de la gente muerda el anzuelo. Para tratar de reducir el número de afectados, a continuación mostramos algunos consejos a seguir.
A veces nos dejamos
seducir por los coloridos carteles de las ofertas y sin pensarlo, comenzamos a
comprar cosas que no necesitamos e incluso productos que quizá no lleguemos a
usar jamás pero que nos han llamado la atención por su bajo coste. Por este
motivo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda elaborar listas y comprar de
forma inteligente. Son muchas las personas que esperan a las rebajas para
efectuar ciertas compras, por ejemplo ropa para el viaje a la playa, sin
embargo una vez en la tienda se dejan llevar y acaban comprando ropa para el
próximo otoño también. Por eso es importante hacerse una lista y tener muy
claro lo que verdaderamente necesitamos, de otro modo las rebajas pueden
salirnos caras.
Uno de los grandes timos
a los que recurren las marcas, es al del etiquetado engañoso. Es muy habitual
ver en la etiqueta del producto una pegatina puesta encima del precio original
indicando el nuevo precio rebajado o el porcentaje que se le va a aplicar, pero
sin dejar que se vea la cuantía original. En algunas ocasiones esa pegatina
puesta encima muestra un precio que difiere en 5 o 10 céntimos, pero como el
anterior no se ve, mucha gente cree que la rebaja es más significativa y acaba
comprando el producto pensando que se ha llevado una ganga. Sin embargo se han
registrado casos peores, donde el precio resultaba ser el mismo o incluso mayor
al original. Otro de los trucos es el del porcentaje de descuento aplicado,
algunas veces simplemente está mal descontado y otras aprovechan para subir el
precio antes de aplicarle la deducción por lo que finalmente resulta que acaba
costando lo mismo que al principio. Las asociaciones de consumidores en estos
casos recomiendan que en caso de duda se pregunte el precio original a alguno
de los dependientes de la tienda, pues están obligados a decírnoslo, ya que por
ley el precio original del producto debe estar al lado del rebajado y debe ser
totalmente legible. Por lo tanto, en caso de que no cumplan esta obligación,
les convendrá decírnoslo antes de tener mayores problemas.
Es bastante habitual
encontrarse comercios donde en tiempos de rebajas no admiten devoluciones o no
permiten efectuar el pago con tarjeta. Es importante saber qué derechos tenemos
como consumidores en estos casos: para empezar, las modificaciones en la
política de cambios deben estar anunciadas previamente y deben estar a la
vista, de modo que todos los consumidores puedan verlo. En cuanto al tipo de
pago, la tienda debe continuar aceptando los mismos medios de pago que se han
estado admitiendo durante el resto de la temporada, de modo que si fuera de la
época de rebajas aceptaban tarjetas, también deben estar permitidas en la
misma.
Algo más difícil de
comprobar pero que también forma parte de nuestros derechos, es que el producto
rebajado haya estado en venta mínimo con un mes de antelación a las rebajas, es
decir, no es legal sacar algo que se tenía guardado para cuando llegaran las
rebajas, pues en ocasiones se ha visto que algunas marcas tenían preparados
productos de menor calidad o que se trataba de los devueltos por clientes para
ponerlos a la venta en rebajas a un precio menor. No debes admitir por tanto,
que lo que compres tenga taras, por muy bajo que sea el precio. No es lo mismo
una tienda en rebajas que un outlet.
Por inconvenientes como
estos o por aversión a las aglomeraciones, algunas personas tratan de esquivar
las rebajas año tras año. Prefieren comprarse una sola cosa con calidad
garantizada y sin problemas a adquirir varias corriendo el riesgo de toparse
con alguna de las incidencias citadas previamente. Sea como sea, a todos nos
gusta darnos caprichos y volver a casa con cuantas más bolsas, mejor. Si no queremos
tener que estar comprobando precios y privándonos de todo aquello que se nos
antoja, siempre podemos optar por los préstamos
al momento, que garantizan liquidez en apenas 10 minutos, para que podamos disfrutar comprando sin
preocupaciones.
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